Estrella Soria es defensora de derechos humanos, consultora en Protección de la Información y hackeadora feminista situada en la Ciudad de México. Está especializada en dar talleres de seguridad digital para mujeres, activistas, periodistas y defensoras de derechos humanos en México y América Latina. Durante las elecciones presidenciales del 1 de julio en México, ella fue parte de la brigada de Apoyo Activo que se sumó a la labor de monitoreo de violencias de género en la Red Rompe el Miedo. Mirjana Mitrović habló con ella sobre el desarrollo tecnológico en México.
El desarrollo tecnológico en México no jugó un papel importante durante las campañas de las elecciones. Solamente durante el Tercer Debate Presidencial fue tema –y en redes sociales las reacciones no fueron tan eufóricas frente a propuestas como “cobertura de internet por todo el país”, “Internet gratuito” o “tablets o celulares para todos”. Sin embargo, tematizar los efectos del desarrollo tecnológico sería importante, ¿no?
Los avances de la tecnología han sido rápidos y vertiginosos. Nos ha significado grandes potenciales para desempeñar casi cualquier labor, ya sea en la comunicación o en la organización de la información y con ello grandes desafíos para adaptarnos rápidamente a los cambios, sin siquiera tener tiempo de reconocer cómo funciona o elegir críticamente qué tipo de tecnologías usar. Eso en sí mismo ya es un problema.
¿Cuáles fallas relacionadas al desarrollo tecnológico ves en México?
Si queremos ubicar las fallas, son de tipo estructural. Por ejemplo, México es un país consumidor y dependiente de los desarrollos tecnológicos de monopolios que hoy son hegemonías globales. Al tiempo que el Estado abre las puertas a la "vanguardia" y el "desarrollo tecnológico" de mega empresas, por lo menos debería haber un discernimiento estratégico a la altura de las herramientas tecnológicas para la comunicación y la información.
Sin embargo, la analfabetización tecnológica de la clase política persiste como una condición y eso tiene implicaciones inmediatas, porque no se dimensiona las consecuencias que las decisiones pueden traer para la sociedad mexicana, incluso para el mismo Estado. Por ejemplo, la Ley Telecom (Ley Federeal de Telecomunicaciones y Radiodifusión), promulgada en 2014, obliga a proveedores de servicio de telecomunicaciones a retener toda la información de sus usuarios por al menos dos años, contradiciendo los estándares internacionales de derechos humanos, particularmente el derecho a la privacidad plasmado en leyes locales como la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (LFPDPPP). ¿Quién está revisando los criterios de tratamiento de los datos de la población?, ¿qué instancia pública obligaría a las empresas a borrar la compilación de datos sobre las personas? ¿quiénes tienen y tendrán los registros de vida y conducta de la sociedad mexicana?
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Una vez que se alfabeticen tecnológicamente las personas con cargos públicos, se debiera encontrar la mediación para que los intereses empresariales no se impongan sobre los intereses sociales de los ciudadanos. El Estado tiene una tarea fundamental de proteger y mediar entre las personas por encima de otro tipo de intereses privados y hace tiempo lo abandonó. Toca empezar a crear las condiciones para que se puedan revertir las desigualdades, la impunidad, los abusos y el control del mismo Estado, las empresas e instituciones.
¿Ha habido progresos en los últimos tiempos por parte del gobierno?
No los percibo. Los cambios se han promovido principalmente por las organizaciones sociales, activistas y periodistas, que muestran con evidencias el potencial de control del Estado a través de la tecnología o a través de litigios estratégicos, campañas, capacitaciones para potenciales defensores de derechos y alfabetización de prácticas digitales, entre otros. Estas personas son las que hasta ahora han estado vigilantes de las prácticas legislativas y judiciales.
(Más sobre esto en los artículos Estado de la Vigilancia, Transparencia y Vigilancia en México y Gobierno Espía)
¿Cambiará algo con el gobierno de AMLO?
Creo que hay profundos problemas estructurales que no van a poder resolverse en un sólo sexenio. La tecnología, su desarrollo y entendimiento es multidimensional. Se requieren planes estratégicos con suficiente ética y visión para proteger los derechos y libertades de las personas, además de resignificar lo que se entiende institucionalmente por interés público y social.
Quisiera decir que cambiará la situación en favor del bienestar común. Es lo deseable pero quisiera saber más, en qué estaban pensando cuando en la campaña se hablaba de reconocer las demandas sociales históricas y eso cómo se traduce en las tecnolgías que regulan, incluída la defensa de la neutralidad de la red.
Siempre es controversial la discusión sobre el uso de las nuevas tecnologías –más desde las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde ganó Donald Trump. Por un lado se habla de una tendencia en la que, durante campañas electorales unos partidos/unxs candidatxs, como en el caso de Trump, usan intensivamente los datos de las redes sociales para influir las elecciones en forma de trolls o publicidad personalizada. Otros dicen que no es algo nuevo (en Estados Unidos, por ejemplo, igual lo hizo Barack Obama durante las elecciones anteriores) y aún con todos estos datos no es posible fácilmente manipular a lxs ciudadanxs. ¿Cómo es en el caso de las campañas electorales en México?
Ciertamente se han dejado de usar las encuestas de salida y popularidad a través de los medios convencionales como fueron la encuesta presencial, telefónica o telemática. Hoy en día existen otros instrumentos en los que no es necesario involucrar de forma consciente a las personas en edad de votar, sino que se realiza un análisis puntual sobre la información que cotidianamente están recolectando los provedores de servicios y las redes sociales.
Los análisis del comportamiento de redes analizan las publicaciones en redes sociales, blogs, portales de noticias y foros en internet que mencionan a lxs candidatxs. Pero también se hace uso de la comparación y de algoritmos con variables sobre el tiempo, la popularidad y momentos de las campañas o sucesos políticos.
Es decir, no podemos obviar que las redes son muy útiles para las campañas electorales. En las elecciones pasadas se generaron casos emblemáticos que fueron actores/operadores durante la campaña y durante todo el sexenio. No se puede manipular a lxs ciudadanos pero se pueden "inducir a". Hay casos concretos, por ejemplo el uso de bots para colocar la popularidad del aún actual presidente Enrique Peña Nieto u otros para sofocar críticas en redes sociales durante su sexenio.
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Usted forma parte de la Red Rompe el Miedo. También ustedes usan las redes: ¿cómo y para qué?
La Red Rompe el Miedo es una iniciativa de la organización Artículo 19, de su oficina para México y Centroamérica. Ha tenido como objetivos principales el monitoreo y fortalecimiento de capacidades para que lxs periodistas puedieran seguir haciendo su trabajo. En tiempos electorales es muy importante que las personas que ejercen la comunicación relaten a la sociedad sobre lo que está sucediendo en las casillas y en las calles.
Reconociendo que a través de las diferentes redes sociales y herramientas digitales, como las cadenas o canales de hipertextos, se comparten igualmente noticias que rumores, fake news (falsas noticias o falsos noticiarios) y evidencias de dudosa procedencia, la red #RompeElMiedo verificó semanas antes y después de la jornada electoral la veracidad de las cadenas de información con investigación más la colaboración de una red nacional de periodistas, activistas y organizaciones sociales.
A través de las redes se generó trabajo de incidencia en el que se publicó también la documentación de casos de periodistas que habían enfrentado algún tipo de violencia al realizar su trabajo. Los resultados de este ejercicio continúan sistematizandose pero existe una plataforma que fue actualizada al momento con las evidencias sobre el ejercicio de la libertad de expresión en nuestro país.